CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Lo que para unos era un matrimonio perfecto y para otros una estrategia de marketing para construir un candidato y luego afianzar a un presidente, se ha acabado. Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera se divorcian.
La ex primera dama confirmó el viernes la separación a través de su cuenta oficial de Instagram, solo dos meses después de que Peña Nieto concluyera su mandato como presidente de México.
“Lamento profundamente esta situación tan dolorosa para mí y para nuestros hijos. Por tal motivo he tomado la decisión de divorciarme”, escribió la actriz que anunció en ese mismo mensaje su intención de recuperar “mi vida y mi carrera profesional”.
La revista ‘Hola’ había avanzado esta semana la noticia en un reportaje en el que asegura que la ruptura del matrimonio fue en diciembre. El sexenio del dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) inició el 1 de diciembre de 2012 y concluyó el 30 de noviembre de 2018.
El último acto público oficial de la pareja fue en la ceremonia del grito de la independencia el pasado 15 de septiembre, pero también se les vio juntos en enero en el funeral de un reconocido líder del PRI.
“A mi esposo, siempre le entregué con amor mi tiempo y esfuerzo para cumplir como esposa, compañera y madre. Hoy toda mi energía, fuerza y amor está enfocada en seguir siendo una buena madre, en recuperar mi vida y mi carrera profesional. Agradezco el respeto para mantener la tranquilidad emocional que merecen nuestros hijos”, agrega el mensaje de Rivera.
Según ‘Hola’, mantienen una relación “cordial” y mientras Peña Nieto y sus tres hijos permanecen en México, ella y los suyos han trasladado su residencia a Estados Unidos.
La ex primera dama, conocida como ‘La Gaviota’ porque así se llamaba el personaje de la telenovela que la llevó a la fama, se casó con Peña Nieto –ambos en segundas nupcias– en noviembre de 2010, cuando el priísta era gobernador del Estado de México.
Cuando Peña fue elegido candidato presidencial y durante toda la campaña electoral, Angélica Rivera fue la esposa perfecta posiblemente para intentar borrar la mala prensa acaparada por Peña tanto por las causas de la muerte de su primera esposa, como por las críticas que le lanzó una de sus ex amantes –con la que tuvo dos hijos– y por los comentarios de una de sus hijas, que llamó «prole» a los que criticaban a su padre.
Frente a todas estas aguas turbulentas, ‘La Gaviota’ siempre tenía una sonrisa.
Los críticos con Peña Nieto, el presidente que ostentó los niveles más bajos de popularidad desde que se hacen ese tipo de encuestas, argumentaron que era un líder modelado por el PRI y la televisión para dar una imagen de renovación al partido y que su matrimonio con Rivera era parte de este presunto marketing para afianzarle como presidenciable.
El matrimonio de Rivera y Peña Nieto estuvo en el foco de uno de los mayores escándalos de corrupción del sexenio pasado, cuando una investigación periodística divulgó que la casa donde aparentemente vivía la pareja y que Rivera dijo que era suya, estaba a nombre de un empresario contratista del gobierno del Estado de México, del que Peña Nieto fue gobernador.
Una investigación interna sobre este caso, popularmente conocido como “La casa blanca” exoneró al presidente de haber cometido irregularidad alguna pero sus detractores aseguran que las pesquisas no fueron independientes porque las lideró un cercano al mandatario.
La pareja también fue objeto de gran polémica cuando se divulgaron documentos que aparentemente mostraban que la boda católica de Rivera con su primer marido fue anulada de forma irregular solo para hacer efectivo el enlace por la iglesia con Peña Nieto que, según el portal Aristegui Noticias impulsada desde la televisión”.