Lo tenían todo listo para darle el último adiós. El cura estaba avisado y el funeral, organizado. Pero el italiano Mario Lo Conte tenía otros planes. Bueno, según él, allí arriba creían que su momento aún no había llegado y le dejaron quedarse un poco más aquí abajo. Cuando le daban por muerto, él abrió los ojos y sorprendió a todos asegurando que estaba vivo “por un milagro”.
Ha ocurrido, según relatan en La Repubblica, en Montecalvo Irpino, un pueblo de unos 3.500 habitantes de la región de Campania, en Italia. El protagonista de la historia, que tiene a todos sus convecinos en éxtasis y rezándole a San Pio, es Mario Lo Conte, un anciano de 74 años.
Se encontraba mal y le llevaron al hospital. Los médicos intentaron hacer todo lo posible por hacerle mejorar pero llegados a un punto lo desahuciaron. No había nada que hacer por él. Sus días estaban contados.
Así que la familia decidió llevárselo a casa y que muriese rodeado de los suyos, en la calidez del hogar y no en el hospital. Lo tenían todo preparado. El cura había sido avisado para darle la extrema unción para que se fuese en paz con Dios y el funeral estaba organizado. Le dieron por muerto.
Sin embargo, no lo estaba. De pronto abrió los ojos y para sorpresa de todos, incluso de él mismo, pronunció unas palabras que se han quedado grabadas a fuego. “Estoy vivo por un milagro”, dijo Lo Conte. Es como se lo ha contado a un canal local y como lo recoge La Repubblica.
Creyente, se recupera de lo que sea que le haya pasado -los médicos están investigando su caso- en San Giovanni Rotondo, una localidad de Puglia conocida por tener muy cerca el santuario dedicado a San Pío. A él cree este anciano que debe el milagro de su segunda oportunidad en esta vida.
“Creo que San Pío me ha concedido esta gracia. Soy un creyente, tranquilo y acepto el sufrimiento”, ha declarado. Desde el hospital cuenta que le llama mucha gente para preguntarle cómo se encuentra y qué ha pasado. “Pero ya no recuerdo nada. Fue la fe la que me salvó”, sentencia.