Seattle.- Jessica Share, una mujer estadounidense, utilizó esperma de un donante anónimo para formar una familia con su exesposa. Juntas eligieron el perfil del hombre del que hasta ese momento solo conocían datos básicos como su historial de salud, que había estudiado literatura, que le gustaban los deportes, que hacía música y que trabajaba como taxista. Nunca vieron su foto.
Las mujeres recibieron el esperma en su casa y Jessica debió autoinseminarse con una jeringa. Meses después, en 2005, le dieron la bienvenida a su primera hija, Alice. “Quedar embarazada en casa fue fascinante, un experimento de ciencia en casa que tomé en serio”, confesó a BBC.
Alice era una bebita bella y saludable y por eso sus mamás decidieron, como dicen ellas, “clonarla”. Pidieron esperma del mismo donante, repitieron el proceso, y un año y medio más tarde la esposa de Jessica dio a luz a una segunda hija.
Pero no todo fue color de rosas. Tres años más tarde, de la nada, la otra mujer decidió separarse y con el paso del tiempo fue alejándose también de Alice, a quien bloqueó de su celular y le limitó el contacto con su hermana.
Quizás por eso cuando comenzó a crecer, Alice empezó a cuestionarse sobre sus ancestros. A los 11, le pidió a su abuela un kit de pruebas de ADN para Navidad. Se hizo un test y a las 8 semanas el donante dejó de ser anónimo. “Aaron Long: 50% padre”.
Hasta ese momento nunca se pensaba en él y las mujeres asumieron que nunca se reunirían. “Mi esposa fue particularmente hostil a la idea de dejar que nuestras hijas lo conocieran; sintió que el amor era una familia, y yo estuve de acuerdo. Pero rendimos homenaje a sus genes literarios leyendo miles de libros a nuestro bebé en camino”, reveló Jessica.
Habían tantos Aaron Long en la web que para llegar al indicado Jessica tuvo que revisar la poca información que tenía sobre el donante. Y revisando en las redes sociales, finalmente dio con un Aaron que de joven era igual a Alice. Decidió escribirle y, para su sorpresa, él respondió de inmediato.
“Hola Aaron, tengo dos hijas que te emparejarían (mi ex tiene a mi hija menor; no está en el sitio de pruebas de ADN). Si está interesado en intercambiar fotos familiares, etc., estamos disponibles”.
Aaron reveló en el documental “Forty Dollars a Pop” que había donado esperma aproximadamente “dos veces por semana durante un año”, y estima haber engendrado hasta 67 niños en todo el mundo.
Alice conoció a su padre biológico después de que él organizara la fiesta “Conoce a mis hijos” para que todos sus hijos, padres y amigos se reunieran.
Cuando Jessica y Aaron finalmente se encontraron cara a cara, la atracción fue intensa. Comenzaron una relación y ahora viven todos juntos en una casa compartida en Seattle, con otra de las hijas biológicas de Aaron, Madi.
“Al formar una familia de todas estas nuevas formas a través de los años, he aprendido más de lo que imaginaba sobre lo que significa la familia. El ADN se ha vuelto mucho más importante de lo que era cuando elegí un donante de una página”, confesó Jessica.